domingo, 6 de septiembre de 2009

La nueva tendencia para las industrias de medios, prensa y entretenimiento.


La capacidad ilimitada de seleccionar y elegir, está revelando lo que el consumidor quiere y como lo quiere, de servicio en servicio, desde DVDs hasta videos musicales en Yahoo o escuchando canciones en iTunes. La gente rastrea profundamente en los catálogos, repasando las largas listas de títulos disponibles, muchísimo más completos que las de cualquier tienda de Blockbuster.


Un análisis de las ventas y de las tendencias de estos servicios y otros similares demuestra que la emergente economía del entretenimiento digital va a ser radicalmente diferente a los mercados de masa actuales.


Éste es un mundo de recursos limitados, pero ahora, con la distribución online estamos entrando en un mundo de abundancia. Y las diferencias son enormes.


Sin la necesidad de pagar el coste de estanterías en el caso de los servicios exclusivamente digitales como lo es iTunes; sin costes de fabricación y casi sin costes de distribución, la venta de una canción para audiencias marginales es simplemente una venta más, con casi los mismos márgenes que de superventas.

De esta manera quedan equiparados las superventas y los fracasos; ambos simplemente son un registro más en una base de datos que simplemente sirve canciones según la demanda. Las dos merecen ser incluidas por igual en el inventario.


Repentinamente, la popularidad ha dejado de tener el monopolio de la rentabilidad.

No obstante, en Rhapsody la curva de demanda continúa. No solo cada uno de los top 100.000 títulos en Rhapsody es solicitado al menos una vez al mes, sino que eso es también cierto para sus top 200.000, top 300.000 y top 400.000. A la misma velocidad que Rhapsody es capaz de añadir nuevos temas a su librería, estos encuentran su audiencia, aunque solo sean un puñado de personas por mes en algún lugar remoto del país.

Esto es la Larga Estela; Y su momento ha llegado.




Fuente: Texto The Long Tail, Chris Anderson, Wired.


No hay comentarios: